En la zona cercana al seísmo hay concedidos tres permisos de fracking desde el año 2012 en localizaciones conocidas como Esteros, Almorada y Nava, con extensiones que alcanzan entre 20.000 y 26.000 hectáreas.

La empresa que se hizo con estas licencias es Oil and Gas Capital, una sociedad formada por antiguos ejecutivos de Repsol y que también ha logrado permisos para realizar investigaciones en Cantabria o Asturias.

La propia compañía presentó un plan en el que se comprometía a recopilar datos de la zona para posteriormente valorar la viabilidad o no de la búsqueda de hidrocarburos durante los dos primeros años, invirtiendo una cantidad mínima de 400.000 euros, según informa Cinco Días. En total, la compañía tenía la intención de destinar 5,2 millones de euros a los trabajos en las tres zonas mencionadas.

Pese a todas estas previsiones, la propia compañía se ha apresurado a confirmar que no ha iniciado ningún sondeo en la zona, desmarcándose totalmente de las posibles causas del terremoto, según informa Servimedia.

Protestas tras las concesiones

El ámbito territorial afectado pertenece íntegramente a Castilla-La Mancha, concretamente a los términos municipales de Ossa de Montiel,Viveros, Villarrobledo, Munera, El Bonillo, Lezuza, Tiriez y El Ballestero, en la provincia de Albacete; y Alhambra, en la provincia de Ciudad Real. Todos estos municipios se encuentran situados cerca del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, lo que provocó que ya en 2013 la plataforma de municipios de la comarca Campo de Montiel convocase una concentración vecinal en la localidad de Ossa de Montiel para protestar contra la posibles prospecciones en la zona.

La plataforma Fracking No de Ossa de Montiel alegó que se trata de una técnica que implica el peligro de contaminación de las aguas y tendría un elevado riesgo tanto para el Medio Ambiente como para los habitantes de la zona.

El ATC, preparado para soportar terremotos

Otro de los puntos marcados en rojo en el mapa de la región se encuentra en Villar de Cañas, una localidad conquense a algo más de 140 kilómetros de Ossa de Montiel donde se construirá un Almacén Temporal Centralizado (ATC) para residuos nucleares de alta actividad. El silo, cuya adjudicación se está retrasando pues estaba prevista para principios de este mes de febrero, soportará terremotos de hasta ocho grados de magnitud.

La central nuclear de Trillo, otro de los puntos nucleares de la región, notificó ayer al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que su instrumentación sísmica registró el terremoto, pero que éste no supuso alteración alguna en el funcionamiento normal de la planta, que mantiene su actividad al 100%.

Con Castor en la memoria

El Proyecto Castor protagonizó uno de los últimos incidentes sísmicos vividos en España. La revista Geophysical Journal International cifró en un millar la cantidad de terremotos registrados en la Comunidad Valencia provocados por esta plataforma situada en el mar Mediterráneo.

Esta plataforma, situada a 22 kilómetros de las costas de Vinaroz, en Castellón, aprovechaba un pozo petrolífero situado a 1.750 metros de profundidad para el almacenamiento y regulación del suministro de gas.

Los temblores en la zona comenzaron a registrarse el 13 de septiembre de 2013, con un pico máximo de una magnitud de 4,2 en la escala Richter. Los expertos geólogos señalaron a la plataforma explotada por Escal UGS, propiedad de ACS, como responsable de los terremotos e Industria ordenó cesar las actividades apenas dos semanas después del inicio de los mismos.

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