Europa: La contaminación por PM2.5 contribuyó a 430.000 muertes prematuras en 2011, según la AEMA

mar 5, 2015
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Enviado por: Troposfera
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Un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente advierte que si bien el aire en Europa ha mejorado notoriamente, pero que aún mantiene niveles perjudiciales para la salud.

La contaminación del aire es materia de seria preocupación en Europa. Concretamente en nuestro país, 1 de cada 3 españoles respira aire contaminado, lo que equivale a 44,8 millones de personas. Pese a esta terrible realidad, las estadísticas publicadas por la Agencia Europea del Medio Ambiente en su nuevo informe sostienen que han descendido las concentraciones de contaminantes como el plomo, el dióxido de azufre o el benceno, e incluso en el dióxido de nitrógeno. Aún así, los datos advierten que aún hay una gran polución de aire y agua perjudicial para la salud.

El informe, denominado "El medio ambiente en Europa. Estado y perspectivas 2015", sostiene que "las partículas finas y el ozono siguen provocando graves problemas de salud" y que pese a las mejoras, las tendencias de contaminación a futuro no son positivas. Vaticina que para 2030 la calidad del aire continuará mejorando "pero no desaparecerán los niveles peligrosos de contaminación atmosférica". Recuerda además que hay un gran número de países que cumplen con la normativa de la Unión Europea, pero que "son muchos los que aún no lo hacen".

La contaminación de la atmósfera no solo perjudica mediante la inhalación directa, sino que además por la inhalación indirecta de los contaminantes en el aire y que se depositan en plantas y en el suelo. Así es que casi un 20% de la población urbana europea se expone a elevados niveles de contaminación que exceden los indicados por la legislación europea. Si consideramos las normativas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entonces este porcentaje se eleva al 90%.

El benzopireno es el contaminante que más crece con la crisis

Hay diversos factores que inciden en la contraminación de la atmósfera: la industria, la agricultura, el consumo de los hogares, las centrales eléctricas, los coches...La crisis ha disparado la producción de un contaminación asociado a la calefacción de las viviendas: el benzopireno. Este hidrocarburo potencialmente cancerígeno se genera por la combustión de carbón y madera y sus emisiones han crecido un 21% en 9 años, desde 2003 a 2012.

"Es la excepción a toda una serie de contaminantes que se han reducido en la última década", explica el investigador de la AEMA, Valentin Foltescu. En 2012, la exposición al benzopireno excedió las concentraciones permitidas por la comunidad y de acuerdo a las directrices de la OMS, el 88% de la población urbana estaría expuesta a niveles demasiado altos. "La AEMA ha calculado recientemente que en 2011 se produjeron 430.000 muertes prematuras en Europa atribuibles a las partículas finas", indicó Foltescu.

"Otro estudio estimó que la exposición a concentraciones altas de ozono provocó más de 16.000 muertes prematuras al año", afirma el informe, que indica que muchos de los casos de cáncer de pulmón y enfermedades respiratorias y cardiovasculares se vinculan con ello, además de otros efectos menos conocidos comprobados como una reducción en el crecimiento fetal, un aumento de partos prematuros o problemas de salud en la adultez a causa de la exposición prenatal.

Auguran más fenómenos climáticos, ruido y sustancias químicas tóxicas

Hay otros problemas además de la polución del aire que dañan la salud, como la calidad del agua, que "está mejorando y se ha reducido la presencia de contaminantes nocivos", explica Foltescu, aunque se prevé que a partir del cambio climático empeoren los fenómenos naturales más virulentos (inundaciones, sequías), lo que generará más problemas asociados a la salud y el agua. Sostiene que "los nuevos contaminantes, procedentes de productos farmacéuticos y de cuidado personal entre otros, pueden convertirse en un problema en el futuro, al igual que la floración de algas y los microorganismos patógenos".

El ruido es también un gran problema, dado que en 2011 al menos 125 millones de personas se expusieron a un ruido de tráfico mayor a los 55 decibelios, que es la mayor fuente de procedencia del ruido (90%). Diversos estudios demuestran que aumenta la incidencia de las enfermedades cardiovasculares (infarto del miocardio, ictus...) y un informe de la AEMA de 2014 le atribuye aproximadamente 10.000 casos de muerte prematura por enfermedades coronarias o accidentes cerebrovasculares.

Las sustancias químicas y disruptores endócrinos son "nuevas amenazas para la salud humana", señala Hans Bruyninckx, director ejecutivo del organismo, y agrega que "muchas están aún estudiándose", pero "las políticas actuales no serán suficientes para conseguir los objetivos medioambientales de 2050. Tenemos que hacer más". Los objetivos parten desde lo general, como "vivir bien, dentro de los límites del planeta", hasta metas específicas como la descarbonización de la producción energética.

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