85.000 madrileños sufren malos olores y contaminación por industrias y depuradoras

mar 24, 2015
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Enviado por: Troposfera
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El vertedero de Valdemingómez, la cementera de Morata o las depuradoras de La China y Butarque causan molestias a residentes de la capital, Getafe o Arganda. Las administraciones tardan en actuar, pese a las quejas, o no toman medidas. Neumólogos y ecologistas advierten de las molestias para la salud que implica la instalación de actividades molestas junto a núcleos habitados.

"Aquí vivimos rodeados de basura, chico. Al este, una estación de aguas residuales; al norte, una de secado de lodos; más arriba, un vertedero. Las cosas han mejorado un poco, aunque siguen llegando olores. Vivimos en el campo, pero como si no lo hiciéramos".

Teresa A., vecina del barrio getafense de Perales del Río, es solo uno de los 85.000 vecinos de Madrid que padecen de forma regular los olores, las nubes de mosquitos o la contaminación atmosférica que provocan una decena de industrias, incineradoras y depuradoras situadas junto a los núcleos urbanos de la región.

El problema sería mayor si las administraciones públicas no hubieran actuando para aminorar las molestias de la estación de depuración de aguas de Velilla de San Antonio (12.334 habitantes) o para cerrar la fábrica de harinas animales Incoas en Valdemoro (72.265). Sin embargo, otros emisores persisten en su actividad, con los perjuicios que ello conlleva para la calidad de vida de los ciudadanos.

"Las partículas en suspensión y los olores procedentes de factorías de este tipo son agentes irritantes que afectan a los ojos, las mucosas y los pulmones. Una persona que padezca asma o alergias verá que sus síntomas empeoran", explica la doctora Sagrario Mayoralas, de la asociación científica Neumomadrid.

Lo más recomendable, en su opinión, sería que nadie se viese forzado a vivir en estas circunstancias, aunque advierte de que el efecto de estos agentes sobre la salud ni siquiera ha sido acotado científicamente: "No se han hecho estudios, salvo en el caso de las emisiones diésel de los vehículos a motor, y quizá habría que empezar por ahí. Desde luego, es más cómodo no vivir cerca".

Ecologistas en Acción precisa que esto no siempre es fácil, bien por la mala planificación urbana que llevan a cabo los ayuntamientos, bien por la propia legislación. "El Reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas (Raminp), que establecía una distancia mínima de dos kilómetros, quedó derogado por las sucesivas normas regionales y estatales. Desde entonces carecemos de baremos específicos para determinar a qué distancia deben estar las instalaciones de los núcleos habitados", detalla la especialista Nines Nieto, portavoz.

La Consejería de Medio Ambiente confirma esta circunstancia. "No hay una normativa concreta que regule con carácter general este tipo de distancias o servidumbres de protección o márgenes de afección. Tampoco existe una norma general para todas ellas, ni todas las instalaciones tienen una legislación concreta que regule estos aspectos, ni a nivel regional, ni estatal, ni europeo", detalló un portavoz.

Valdemingómez

El hedor a desperdicios, biogás, aceite o ceniza procedente de las plantas de tratamiento de basuras del gran vertedero de Madrid (300 hectáreas) atufan a 20.000 habitantes del PAU de Vallecas, aunque el olor también ha llegado a Rivas y Perales del Río. El último estudio técnico encargado por los vecinos asegura que los olores están repuntando, como publicó 20minutos.

El Defensor del Pueblo ha abroncado reiteradamente al Ayuntamiento de Madrid, responsable de las instalaciones. En su informe de balance del año 2014 la institución anuncia la reapertura del expediente contra el Consistorio, que se ha comprometido a realizar "un estudio detallado" de las fuentes de contaminación. Los residentes han abierto un canal de financiación colectiva para demandar a la corporación municipal.

La China

Enclavada junto a la Caja Mágica, es una de las estaciones de recuperación de aguas residuales (Erar) más importante de la capital, pero también la más antigua y molesta. Alberto Ruiz-Gallardón se comprometió en 2006 a cerrarla, pero el convenio para hacerlo no se materializó hasta 2009. Su pestilencia continúa llegando a los hogares de los barrios de Butarque (2.772 residentes), Los Rosales (20.378) y San Fermín (20.437). En verano, los olores viajan acompañados de nubes de insectos.

Diego Sanjuanbenito, concejal de Medio Ambiente, aseguró en noviembre de 2013 que las obras para derivar su caudal a la planta de La Gavia, más moderna, finalizarían a finales de 2014, lo que permitiría clausurar La China a lo largo de 2016. El proyecto incluye recuperar este espacio e integrarlo en el Parque Lineal del Manzanares.

Depuradoras Butarque y Madrid Sur

La primera se encuentra a menos de 500 metros de las viviendas más cercanas de Perales del Río (Getafe); la segunda, a 3 kilómetros. Ambas se construyeron en la ribera del río Manzanares. El Ayuntamiento de Madrid pretendía autorizar junto a estas -en terrenos del distrito de Villaverde- una planta de tratamientos de inertes o escombrera pese a la oposición vecinal, pero el proyecto no ha salido adelante, por el momento.

Cementera Portland

Situada en la zona sureste, en el término municipal de Morata de Tajuña (7.450 habitantes). Es la mayor fábrica de este tipo en territorio nacional. La Comunidad de Madrid le dio permiso para producir energía mediante la quema de plástico, madera, restos de podas y restos animales y vegetales en mayo de 2013. Desde entonces, y según los datos ofrecidos por el propio Ayuntamiento, ha multiplicado sus emisiones tóxicas (especialmente, las de dioxinas y furanos).

La asociación de vecinos, Ecologistas en Acción, la Plataforma Aire Limpio y Rivas Aire Limpio solicitaron a la Consejería de Medio Ambiente la revocación de la autorización, pero esta se negó porque los niveles contaminantes permanecen por debajo de los límites legales. A continuación, los colectivos denunciaron el caso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Su resolución se espera para esta primavera.

Industrias de Arganda

El barrio de La Poveda (5.000 residentes) huele "a torrezno podrido, grasa o comida de perro" en función del día. Javier M., propietario de una casa cercana a la estación de Metro, lo atribuye a las industrias del polígono anexo: Requim SA, especializada en residuos peligrosos y disolventes; Grupo Omega, dedicada a la nutrición de animales de granja; y Dimargrasa-Saria Bio Industries, que fabrica piensos para mascotas, fertilizantes y productos industriales.

El Ayuntamiento confirma que esta última es la que más quejas recibe. La concejal de Medio Ambiente, Sonia Pico, ha mantenido varias reuniones con sus responsables y ha acordado llevar un registro de quejas para saber si hay incidencias en el sistema de eliminación de olores, que funciona con un termodestructor a altas temperaturas. Javier insiste en que sus continuas llamadas al Ayuntamiento no han surtido efectos: "El recorrido desde el tren hasta casa es un martirio, sobre todo, por la noche. Salir al patio en verano es una experiencia horrible, y eso que yo vivo en la parte más alejada a las fábricas".

Crematorio de Valdemoro

En construcción. El Ayuntamiento se niega a dar marcha atrás a la ampliación del cementerio municipal con un horno para incineraciones que se levantaría a 500 metros de bloques de viviendas, de una guardería, dos colegios, un instituto y dos polideportivos. Las dos empresas que se han hecho con la gestión carecen del experiencia en el sector de la sanidad mortuoria, pero el equipo de gobierno local recuerda que la adjudicación cumple con la ley.

Los vecinos insisten en detener las obras, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye las dioxinas y los residuos de la cremación en el grupo de productos químicos peligrosos para la salud, aunque los estudios realizados sobre sus efectos no son homogéneos ni concluyentes.

Otras industrias

Los vecinos de Pelayos de la Presa (2.537 habitantes) han logrado que la Comunidad de Madrid cambie la ubicación de la futura depuradora, que iba a situarse junto a la estación de tratamiento de agua potable del pueblo (Etap) y a 200 metros de las casas. El Defensor del Pueblo se hizo eco de su caso y también investiga el proyecto para levantar una instalación similar en terrenos de alto valor ambiental en Valdemoro (72.265 vecinos).

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