Argentina: El Fiscal de Gualeguaychú considera que UPM-Botnia originó el episodio de mal olor

abr 25, 2015
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Enviado por: Troposfera
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El Fiscal Nº 2 interino de Gualeguaychú, doctor Sergio Rondoni Caffa, acreditó “con las evidencias colectadas” en la investigación de los olores nauseabundos que se sintieron en Gualeguaychú y Pueblo General Belgrano el 28 de febrero del año pasado, que los mismos fueron provenientes de la pastera UPM Botnia.

“En dichas investigaciones se ha acreditado con el grado de certeza que esta etapa procesal requiere que el día 28 de febrero de 2014, el olor que afectó tanto a Gualeguaychú como a Pueblo General Belgrano halló origen en la caldera de disparación de la pastera UPM-Botnia, la que emitió a la atmósfera dióxido de azufre (S02), generando en diversos conciudadanos lesiones en diversas partes del cuerpo, las que fueron constatadas tanto por el médico forense de la jurisdicción como por el Nodo Epidemiológico del Hospital Centenario”, sostuvo en su escrito el fiscal Rondoni Caffa.

Ayer, la Unidad Fiscal de Gualeguaychú envío un comunicado de prensa a EL ARGENTINO, donde da cuenta que también se le pidió al Juzgado de Garantías Nº 1 que se declare la incompetencia en razón de la materia para continuar entendiendo en este tema y solicitó la remisión de la causa en los términos del Artículo 7º de la Ley Nº 25.675, al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay.

“La solicitud –aclaró la unidad fiscal- se ha efectuado sin perjuicio de que el mismo Juzgado Federal de Concepción del Uruguay deba remitir las actuaciones a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dado que se podría estar en presencia de un delito de competencia originaria del Alto Tribunal”.

El hedor a Botnia asfixió el aire de Gualeguaychú

“El hedor a Botnia asfixió el aire de Gualeguaychú” fue el titular de EL ARGENTINO del 1° de marzo del año pasado y por el cual se daba cuenta lo ocurrido el día anterior en referencia a que la contaminante y letal pastera UPM (ex Botnia) volvió en esas jornadas a encender todas las alarmas ambientales, al detectarse un intenso como desagradable olor nauseabundo que tornó casi asfixiante el aire de Pueblo General Belgrano y Gualeguaychú.

“Respirar fue una sensación desagradable a raíz de ese olor como a repollo podrido tan característico de la pastera”, recordaron varios damnificados.

También en ese entonces se sostuvo: “Como suele suceder cada vez que hay un acontecimiento contaminante evidente, la pastera como las autoridades uruguayas guardaron un sepulcral silencio cómplice”.

El 28 de febrero de 2014 a las 6:30, en el puente internacional “General San Martín” se escuchó un fuerte estruendo proveniente de Botnia e inmediatamente se elevó una columna de humo negro por largos minutos.

A las 8 se comenzó a percibir en el centro de Gualeguaychú y en Pueblo General Belgrano un nauseabundo como intenso olor a coliflor hervido. Los vecinos alarmados y preocupados llamaron a EL ARGENTINO e incluso colapsó el servicio telefónico 105 de Vigilancia Ambiental Municipal.

Desde el área Ambiental y de Salud de la Municipalidad de inmediato se tomaron acciones y se recordó a la población que percibir esta clase de olor puede estar seguida de síntomas como náuseas, mareos, irritación de las vías respiratorias (ojos, nariz, boca) e irritación en la piel. Esta situación duró hasta poco antes del mediodía y fue evidente que su origen estuvo en las emanaciones de la contaminante UPM (ex Botnia), que llegan hasta la ciudad cuando sopla el viento predominante.

Ayer se conoció que para el fiscal actuante, eso quedó corroborado en su investigación, que por razones de competencia judicial la derivó al fuero federal.

La contaminante UPM

La pastera UPM tiene un claro carácter contaminante, además de haber logrado someter a los gobiernos que han puesto a la República de rodilla al fiel estilo colonialista.

El 17 de septiembre de 2013, EL ARGENTINO registró que se generaron problemas de salud en el puente internacional por los gases de Botnia

Una cantidad inimaginable y una elevada concentración de gases provocaron en los trabajadores de la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) fuertes dolores de cabezas, mareos, náuseas, irritaciones e incluso vómitos. Muchos de esos empleados fueron suspendidos en sus tareas y derivados a sus hogares para que se repusieran.

A casi dos años de esos sucesos, el daño a la salud todavía no se ha calculado por las autoridades de la Caru y en cambio se han esforzado demasiado para que prevalezca el silencio cómplice a favor de la pastera.

“Es criminal lo que está ocurriendo por culpa de Botnia”, señalaron de manera coincidente varios trabajadores de Caru a EL ARGENTINO. “Es hora de que el gobierno articule una mejor defensa de la salud, porque no estamos hablando de otra cosa que de salud”, afirmaron. Esto fue en septiembre de 2013, nada se ha hecho y el 28 de febrero de 2014 los episodios volvieron a repetirse con mayor intensidad y ayer quedaron corroborados por la justicia local.

A once años de la existencia del conflicto por la presencia de UPM Botnia, y a pocas horas de la undécima marcha al puente, queda ratificado que se está frente a un conflicto político, ambiental y social, agravado por la incapacidad de las autoridades de encontrar una solución de acuerdo al interés general de la población.

¿Dónde quedó aquello que decían las máximas autoridades uruguayas que si Botnia contaminaba el gobierno iba a ser el primero en cerrarla? Se perdió en el sumidero de la corrupción y la hipocresía. ¿Dónde quedó aquello que decía el canciller Héctor Timerman que era tiempo de que la ciencia hablara? Se perdió en el sumidero de las especulaciones diplomáticas que además de pacatas favorecen prácticas colonialistas.

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