La Corte Suprema del Reino Unido ordena al gobierno que ponga freno a la contaminación

abr 29, 2015
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Enviado por: Troposfera
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La Corte Suprema, el máximo tribunal de justicia británico, ha dado la razón a una demanda de los activistas de ClientEarth y ha fallado que el Gobierno debe tomar medidas urgentes antes de que acabe el año para adaptar la calidad del aire a los límites que fija la legislación comunitaria. Ciudades como Londres, Birmingham y Leeds vulneran ahora mismo de manera grave los topes de dióxido de nitrógeno (NO2) establecidos por la UE.

La Corte Suprema, que emitió su fallo por unanimidad de sus cinco jueces, cree que con los planes actuales el Reino Unido no se adaptaría hasta 2030 a los límites de NO2 que ordenó la UE para 2010. Según los estudios clínicos,la contaminación provoca la muerte prematura cada año de 29.000 británicos y se considera más nociva que el alcohol y la obesidad juntos, pero es un enemigo sigiloso, en el que el gran público y la prensa local no suelen reparar.

El principal agente son las emisiones de los vehículos de diésel. En Londres los típicos autobuses de dos pisos son enormemente contaminantes, pero su prometida sustitución por híbridos y vehículos eléctricos se está llevando a cabo muy poco a poco, debido al desembolso que se requiere. Boris Johnson, el carismático alcalde de Londres, es poco receptivo a las quejas por la polución y llegó a poner en duda la validez de un estudio científico del King’s College, que tildó de «pelotudeces», aunque luego rectificó. Ha anunciado varias veces que renovará la flota de buses para hacerla más ecológica, pero sigue sin hacerlo. También ha prometido que en 2020 existirán zonas de bajas emisiones.

El Departamento de Medioambiente del Gobierno ha replicado que salvo en algunos casos puntuales el aire británico es compatible con lo que exige Bruselas.

Londres se ha convertido en una ciudad irrespirable, debido al tráfico y al trasiego constante de aviones. El problema se ha agravado porque en el otoño y el invierno pasado se registraron los menores registros de lluvia desde 1929. La primavera también ha arrancado inusualmente seca y cálida.

Un estudio del mes pasado reveló que Londres está superando 3,5 veces el límite legal de toxicidad del aire fijado por los estándares de la Unión Europea. El enemigo silencioso provoca asma, infecciones y problemas respiratorios de todo tipo.

Calles lujosas, las más contaminadas

Se da la paradoja de que entre las calles más contaminadas figuran precisamente algunas de las más caras y lujosas del planeta. La zona con mayor polución es Marylebone Road, arteria elegante al sur de Regent’s Park, donde intentó construirse un palacete la jequesa de Qatar. Allí se registran 132 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire, cuando el límite de la UE es de 40 si no se quiere provocar daños a la salud.

El segundo punto negro es Park Lane, una de las zonas predilectas de los plutócratas árabes que se pavonean por la ciudad y donde su ubican varios hoteles de híperlujo. Park Lane, cercana a Buckihgham, está frente al pulmón de Hyde Park, pero es una avenida de varios carriles con tráfico a todas horas.

También sale mal parada Knightsbridge, la suntuosa calle de tiendas donde se encuentra Harrods, que acoge también el edificio de apartamentos más caro de Londres, One Hyde Park, un búnker acristalado de diseño high tech, propiedad de los cataríes, al igual que el gran almacén.

La calle Oxford Streetde Londres no es la de más glamour de la ciudad, pero pasa por ser la mayor arteria comercial de Europa y tal vez del mundo. Trescientas tiendas en dos kilómetros y medio, donde se apiñan algunos de los mayores grandes almacenes de la capital británica. El pasado año, el prestigioso King’s College reveló que la calle presenta una media de 135 miligramos de dióxido de nitrógeno (NO2) por metro cúbico de aire, con disparatados picos de 463 miligramos. A su juicio, esa cifra supone el récord histórico de contaminación por tráfico. Mil quinientas veces al año se superan en Oxford Street los 200 miligramos de NO2. Con estas cifras, Londres desbancaría a Delhi y Bombay. Lo cierto es que un largo paseo por allí en fin de semana se deja sentir en los pulmones.

El problema, siendo de enorme relevancia para la salud, ha estado fuera de foco a lo largo de una campaña electoral donde se habla de casi todo.

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