En la radiografía autonómica se toman en cuenta los datos de producción no de uso, razón por la que comunidades autónomas como Galicia arrojan cifras muy altas porque su territorio acoge muchas centrales térmicas (pero su electricidad se consume en otras muchas regiones), ha advertido el autor del estudio, Arturo de las Heras.

Por habitante y año, las comunidades autónomas más emisoras son Andalucía (22,7 toneladas, más de tres veces la media nacional); Castilla y León (13,6 toneladas); Aragón (13 toneladas per cápita), mientras que a la cola se sitúan Madrid (3,43 toneladas), Melilla y Ceuta, con 3,7 y 5,3 millones de toneladas, respectivamente.

A nivel europeo, los lituanos son los que menos contaminan, con 5,4 toneladas por habitante y año, y los luxemburgueses los que más, con 22,6 toneladas por habitante y año.

El 60 % del total de las emisiones GEI en España -principal causa del cambio climático- corresponden al sector difuso, es decir, a transporte, vivienda, agricultura, residuos y gases fluorados.

En cuanto a la intensidad energética -un parámetro que sirve para medir la eficiencia energética de una economía-, De las Heras ha explicado que en los países de la OCDE se emiten 300 gramos de CO2 por cada dólar de PIB generado y más de un kilo cuando son Estados no miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

A nivel mundial, “las emisiones de CO2 se están moderando, pero sigue el crecimiento”, ha alertado el autor del informe, patrocinado por Gas Natural Fenosa, la Fundación Biodiversidad (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente), Obra Social La Caixa, la consultora pwc y las empresas InclamCO2 y Rockwool.

Un informe de prospectiva de PricewaterhouseCoopers (pwc) asegura que las empresas españolas están haciendo “muchas cosas, pero el ritmo es muy lento”, ha explicado su directora de Sostenibilidad y Cambio Climático, María Luz Castilla.

De no cambiar sustancialmente la situación y en función de los escenarios económicos, España registrará un aumento de las emisiones de entre el 70 y 80 %, ha añadido Castilla.

Por su parte, el subdirector de la Oficina Española de Cambio Climático, Eduardo González, ha recordado que en 2050 las emisiones mundiales deben reducirse un 60 % y a finales de siglo entre un 80/90% para evitar que el planeta supere los dos grados de calentamiento.

Es el límite que ha establecido la ciencia para evitar consecuencias irreparables en la Tierra.

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