Castilla y León: Denuncian que la estación de calidad del aire de Salamanca no funciona desde hace meses

jul 6, 2015
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Enviado por: Troposfera
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Al cruzar el túnel de Guadarrama, antes de llegar a Madrid, es imposible no ver la ‘boina’ de contaminación que cubre a la capital de España. En Salamanca no tenemos un problema tan evidente con nuestro cielo como los madrileños con el suyo, pero tampoco nos libramos.

Ecologistas en Acción publicó la semana pasada un informe nacional sobre la calidad del aire, en el que señala que el 95% de la población está expuesta a niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la OMS. En el caso de Salamanca, como en casi toda España, tenemos un problema con los niveles de ozono.

El ozono de las capas altas de la atmósfera nos protege de las radiaciones solares. El de las capas bajas es un contaminante que puede causar efectos sobre la salud como irritación de ojos, nariz y garganta. Según Ecologistas en Acción, el año pasado se superaron 75 días los niveles máximos de ozono recomendados por la OMS.

Un detalle importante es que los niveles de ozono «se disparan, sí o sí» en los meses estivales, cuando más aprieta el calor. Y es importante porque la estación que mide la concentración de ozono en Salamanca está parada desde el pasado 25 de marzo. «Es especialmente preocupante que no sólo este año, sino los pasados, ya hubo episodios de desconexión de estaciones de medición y faltaban datos por emitir», explican Alicia González y Fermín Rozas, de Ecologistas en Acción. El ozono se mide entre abril y septiembre y en Salamanca «ya se han perdido tres meses» de investigaciones.

Ambos creen que el problema se podría haber resuelto con una estación móvil, que de hecho ya se ha utilizado en otros municipios de la provincia. La Junta de Castilla y León, explican, les prometió que el equipo que está parado volvería a funcionar a principios de junio. Un mes después sigue apagado. Es «preocupante» que las administraciones «no tengan el más mínimo interés en resolver esta cuestión». «Hay una falta de voluntad política evidente», comentan «cuando es un tema que nos compete a todos». Ecologistas en Acción denuncia que las administraciones llevan tiempo tomando medidas controvertidas respecto a las estaciones de medición de la contaminación sin ninguna lógica ni explicación.

En 2002 y 2006 desplazaron los equipos situados en el paseo de Carmelitas y la avenida de Portugal a Capuchinos y la Aldehuela, en las que hay mucho menos tráfico rodado. «Se trasladaron de zonas céntricas y fuentes de contaminación a zonas más limpias». En grandes ciudades como Madrid sucedió lo mismo. Los sistemas se llevaron a áreas más verdes y despejadas. En 2009 y 2013 cerraron las estaciones de Jesuitas y San José «y no se justificó por qué desaparecieron».

Así que hoy en día, y después del baile de los equipos de medición, sólo funciona la estación de Capuchinos, que en su momento estuvo en Carmelitas. La de la Aldehuela es la única que puede calibrar el nivel de ozono y está parada desde marzo. Para Ecologistas en Acción, la Junta y el Ayuntamiento se engañan a sí mismos. «Parece que si no mido el ozono no tengo episodios de emergencia, ni tengo que tomar medidas».

Las administraciones públicas «llevan tiempo jugando a esto de mover las estaciones, eliminarlas... y no solucionan los problemas». La serie histórica «dice que hay problemas con el ozono, y al final se buscan fórmulas para tapar el problema. Se ha evidenciado durante años».

Estas actuaciones «nos conducen a pensar que ocultan los datos porque intencionadamente quieren ocultarlos. ¿Por qué? Quizá porque no quieren tomar medidas», afirman.

Protocolos

La Junta de Castilla y León tiene un protocolo de actuación en caso de que se superen los niveles de ozono, como emitir notas informativas y recomendaciones a través de redes sociales e internet y, llegado el caso, a los medios de comunicación. Las personas mayores, los niños y quienes padezcan enfermedades pulmonares son más sensibles a los efectos del ozono. «Es obligatorio que se conozcan los datos». Al no facilitarlos «se está cometiendo una ilegalidad. Parece que jueguen a ocultarlos». Ecologistas en Acción es muy crítica con la actuación de la Junta y del Ayuntamiento y con la falta de recursos para medir el nivel de ozono. «Lo más importante es que hablamos de la salud de las personas, de que afecta a gente que puede ser sensible al ozono y de que no se le está informando».

Y es que después de todo Salamanca «no es una ciudad especialmente contaminada. Nuestra actividad económica no provoca contaminación pero es triste que tengamos problemas cuando son tan fáciles de resolver». La solución pasaría por restringir de alguna manera el tráfico rodado.

El ozono es el caballo de batalla de Salamanca. El dióxido de azufre «dio algún problema hace años. En 2002 siempre daba problemas en las estaciones que se trasladaron, y desde que se movieron desapareció el problema», ironizan en Ecologistas en Acción.

Leer noticia en fuente original: elnortedecastilla.es